martes, 10 de enero de 2017

LUCHANDO CONTRA LOS VIRUS



¿CÓMO SON LOS VIRUS?

Los virus son muy pequeños. Tan pequeños, que solo desde que en el siglo pasado se consiguieron fabricar microscopios muy avanzados hemos sido capaces de verlos. Existen miles de tipos distintos de virus. ¡Piensa que hay unas 100 clases de virus que producen catarros!

Los virus son muy sencillos. Están formados por dos estructuras. Tienen una cubierta exterior que los rodea que se llama cápsida o cápside. La cápsida es una especie de cápsula que está formada por proteínas. Además, encerrado en el interior de la cápsida hay un material con forma de filamento. Este material recibe el nombre de material genético y contiene las instrucciones necesarias para fabricar nuevos virus iguales.

Los virus tienen formas muy diversas. Por ejemplo, algunos son esféricos, otros pueden recordar por ejemplo a un dado y otros, como los que infectan las bacterias, recuerdan a un pequeño cohete con una cabeza y una cola.

¿QUÉ HACEN LOS VIRUS?

Los virus producen enfermedades que afectan a las personas, a los animales, a las plantas y a las bacterias. Algunas son leves, mientras que otras pueden poner en peligro la vida. Seguro que has oído hablar de la gripe, la varicela, el sarampión, la rabia, la hepatitis o el SIDA. La lista de enfermedades producidas por los virus en el ser humano es muy larga.

LA LUCHA CONTRA LOS VIRUS

Cuando un virus entra en tu organismo, tu cuerpo intenta detener la infección. Envía células especiales que atacan a los virus para destruirlos. Estas células forman parte del sistema de defensas del cuerpo, de tu sistema inmunitario. En muchas ocasiones, tu cuerpo logra vencer al virus y los síntomas de la enfermedad desaparecen.

Tenemos muy pocos medicamentos que destruyan los virus. Aunque algunas medicinas ayudan a controlar la enfermedad, la gran mayoría solo se utiliza para que los síntomas, como el dolor de cabeza o la fiebre, sean menos molestos. Los científicos están investigando para obtener fármacos eficaces que luchen contra los virus. Los antibióticos no sirven para curar las enfermedades producidas por los virus, ya que destruyen otro tipo de gérmenes, las bacterias.

Para evitar las infecciones de los virus se han descubierto las vacunas. Las vacunas están formadas por virus muertos o debilitados. Nuestro cuerpo lucha contra estos virus más débiles y fabrica defensas. Si algún día este virus nos invade, nuestro cuerpo ya está preparado para defenderse. Nuestro cuerpo destruye el virus sin que nos pongamos enfermos.

ORGANISMOS AL LÍMITE DE LA VIDA

Los virus infectan todos los tipos de organismos, desde animales y plantas hasta bacterias y arqueas. Los virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de un microscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos.


Existen opiniones dispares sobre si los virus son una forma de vida o estructuras orgánicas que interactúan con los seres vivos. Por ello algunos autores se refieren a ellos como «organismos al límite de la vida». Por una parte se asemejan a los organismos que tienen genes y evolucionan por selección natural, y se reproducen creando múltiples copias de sí mismos para autoensamblarse. Sin embargo, carecen de estructura celular, lo cual es considerado la unidad básica de la vida. 

Además, los virus no tienen un metabolismo propio, y necesitan una célula hospedadora para crear nuevos productos. Por tanto, no se pueden reproducir en el exterior de una célula huésped (aunque bacterias como Rickettsia y Chlamydia son considerados organismos vivos a pesar de tener la misma limitación). Las formas de vida aceptadas utilizan la división celular para reproducirse, mientras que los virus aparecen de forma súbita y en gran cantidad dentro de las células, lo que es análogo al crecimiento autónomo de los cristales. El autoensamblaje de los virus dentro de las células tiene implicaciones para el estudio del origen de la vida, pues refuerza las hipótesis de que la vida podría haber comenzado en forma de moléculas orgánicas autoensamblantes.

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